viernes, 5 de enero de 2007

Una Profecía

Hay instituciones tan dignas que sólo pueden ser heridas a base de mentiras, calumnias y difamaciones.

Mas conozco una a la que basta con sacar a la luz las verdades sobre sus mentiras, que hipócrita y celosamente oculta, para que ella sola se hunda.

Ya lo avisó el Maestro cuando nos dijo que quien oye sus palabras y no las materializa es como un hombre insensato que edifica su casa sobre la arena, por lo que el edificio se viene abajo ante el primer vendaval o torrentera (Cfr. Mt 7, 26-27).

Sí tus prácticas son egoístas, inhumanas y anticristianas, ¿cómo es posible que sueñes con mantenerte mucho tiempo sobre la Roca de Cristo?

Quizás yo no lo vea, mas sin ser profeta ni hijo de profeta puedo vaticinar que tu hundimiento será estrepitoso.

Y eso lo sé porque tus obras no son de Dios y todo sarmiento que no está unido a Él se seca (Cfr. Jn. 15,1).

¡Qué el Altísimo tenga piedad de los hijos que tú le has secuestrado!

Alien

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